top of page

¿Tu hijo necesita lentes?

Una guía divertida para papás detectives


Hoy aprenderás a identificar esas señales que indican que la vista de tu hijo podría necesitar ayuda. Así que, querido papá o mamá detective, ponte el sombrero de Sherlock y acompáñame en esta misión


Primer caso: La cara de “¿qué dice ahí?”

¿Tu niño se acerca a la tele como si fuera un koala pegado a un árbol? ¿Te pide que agrandes las letras de los libros? Esa cara de concentración intensa puede ser más que interés; podría ser miopía llamando a la puerta

La pista clave: Si el niño arruga los ojos más que cuando le dices que coma verduras, ¡alerta! Es momento de visitar al optometrista.



Segundo caso: El mareo de la tarea

Imagínate que cada vez que tu hijo hace la tarea, termina con dolor de cabeza o quejándose de lo aburrido que es leer. A ver, no todos los niños aman los libros, pero si siempre termina con cara de “me mareo de tanto leer”, podría ser astigmatismo.

La pista clave: Dolores de cabeza al leer, dificultad para concentrarse o el típico “es que no veo bien las letras” son señales de que algo no está funcionando.



Tercer caso: El ojo flojo o “pirata encubierto”

A veces un ojo no hace el trabajo como debería, y la otra carga con todo. ¿Resultado? Tu peque puede entrecerrar un ojo o incluso tapárselo para enfocar. Esto podría ser ambliopía, también conocida como ojo vago.

La pista clave: Fíjate si tu hijo inclina la cabeza para enfocar o cierra un ojo con frecuencia.



Consejos para padres detectives

  1. Observa el comportamiento diario: Los niños no siempre dicen que no ven bien porque, para ellos, es normal. Tu misión es prestar atención.

  2. Haz preguntas inteligentes: “¿Puedes leer ese letrero?” o “¿Qué color es ese cartel?” son pequeños trucos para detectar problemas.

  3. No ignores las quejas: Si tu hijo dice que no ve bien, no es excusa para evitar la tarea (bueno, no siempre).


Hora de actuar

Si tus instintos de Sherlock te dicen que algo no anda bien, agenda una cita con el optometrista. Detectar problemas visuales a tiempo puede mejorar no solo su vista, sino

también su rendimiento escolar, autoestima y hasta sus habilidades deportivas (¡sin más goles en contra accidentalmente!).

Porque, seamos honestos, nada vale más que regalarles la posibilidad de ver el mundo con claridad. Eso sí, no esperes que elijan un marco sin pasar media hora decidiendo.



¿Y tú?

¿Qué pistas has notado en tus hijos? Comparte tus casos detectivescos con nosotros, ¡y juntos resolvamos el misterio de la buena visión!

36 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page